La filosofía política es el
estudio acerca de cómo debería ser la relación entre los individuos y la
sociedad. Esto incluye el estudio de los gobiernos, las leyes,
los derechos, el poder y las demás instituciones y prácticas políticas.
La filosofía política se diferencia de la ciencia política por su
carácter generalmente normativo. Mientras la ciencia política dedica más
trabajo a investigar cómo fueron, son y serán los fenómenos políticos, la
filosofía política se encarga de teorizar sobre cómo deberían ser
dichos fenómenos.
La filosofía política tiene un
campo de estudio amplio y se conecta fácilmente con otras ramas y
subdisciplinas de la filosofía, como la filosofía del derecho y la filosofía
de la economía. Se relaciona fuertemente con la ética en que las
preguntas acerca de qué tipo de instituciones políticas son adecuadas para un
grupo depende de qué forma de vida se considere adecuada para ese grupo o para
los miembros de ese grupo. Las mejores instituciones serán aquellas que
promuevan esa forma de vida.
En el plano metafísico, la
principal controversia divisora de aguas es acerca de si la entidad fundamental
sobre la cual deben recaer los derechos y las obligaciones es el individuo, o
el grupo. El individualismo considera que la entidad fundamental
es el individuo, y por lo tanto promueven el individualismo metodológico. El
comunitarismo enfatiza que el individuo es parte de un grupo, y por lo
tanto da prioridad al grupo como entidad fundamental y como unidad de análisis.
Algunos de los temas centrales en
la filosofía política son: la legitimidad de los gobiernos, la limitación de su
poder, los fundamentos de la ley, y los derechos y deberes que corresponden a
los individuos.
Jaime Zamorano Urzúa profesor de Filosofía
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