Un
nuevo estudio de investigadores de la Universidad de New Hampshire ha
encontrado que las peleas entre hermanos están asociadas con una salud mental
deteriorada en niños y adolescentes. En algunos casos, los efectos de la
agresión entre hermanos son los mismos que los del acoso por parte de
compañeros.
Corinna
Jenkins Tucker, profesora adjunta de ciencias de la familia de la Universidad
de New Hampshire, y autora principal de la investigación, dice que incluso los
niños que reportaron sólo una instancia, presentaron más angustia mental.
“Nuestro estudio muestra que la agresión entre hermanos no es benigna en niños
y adolescentes, sin importar qué tan grave o tan frecuente es”.